DOI: https://doi.org/10.33881/IBR0045
Las ocupaciones del campo colombiano se relacionan principalmente con la agricultura y la ganadería. Según el DANE, para el 2022 en Colombia hay 3´128.000 personas ocupadas en labores de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, lo cual representa el 20.6% del trabajo rural (OIT, LIMA, 2022). La mayoría de los trabajadores campesinos son independientes y labran su propia tierra, sin embargo, se encuentran rodeados de múltiples problemáticas que se han identificado en este sector, como el bajo acceso al crédito y el financiamiento para sacar sus productos, poco acceso a la tecnología y la competencia con productos importados. Adicionalmente, los trabajadores campesinos enfrentan condiciones laborales precarias, que incluyen bajos salarios, largas jornadas de trabajo y una alta exposición a riesgos ocupacionales que conllevan a la presentación de accidentes laborales y enfermedades ocupacionales. Hoy muchas de las actividades que desarrollan los campesinos colombianos están centradas en el café, los cultivos de pancoger, el sector palmicultor, arrocero, caña de azúcar, flores y la ganadería, grandes agremiaciones que presentan una alta tasa de informalidad, lo que conlleva un sub registro de enfermedades ocupacionales y accidentes de trabajo.
Autores
Luz Yadit Roldán Pelayo