DOI: https://doi.org/10.33881/IBR0023
Las unidades de cuidados intensivos (UCI) como se reconocerán a lo largo de este escrito, son áreas especializadas para el cuidado de pacientes en estado crítico, con alto riesgo de presentar complicaciones que pueden causar deterioro de la enfermedad e incluso la muerte. Estas unidades están conformadas por un equipo multidisciplinario de especialistas para asegurar la atención de calidad acorde a las necesidades de las personas que padecen patologías graves, brindando la posibilidad de favorecer el pronóstico. Sin embargo, la estancia prolongada en la UCI puede ocasionar complicaciones o, en su defecto, dejar futuras secuelas (alteración que permanece en el tiempo tras la consecuencia de una enfermedad, traumatismo, etc.) (Cardinal et al., 2020), las cuales pueden alterar el proceso comunicativo y deglutorio de los usuarios y por ende requerir de la atención fonoaudiológica, con el fin de minimizar efectos secundarios y disminuir la estancia prolongada del paciente crítico dentro de la unidad.
Autores:
Karol J. Eraso
Luz M. Herrera
Lina A. Gómez
Nini J. Rodríguez
Mg. Dalia V. Ballesteros
Se evidencia la necesidad de ampliar los espacios en que el fonoaudiologo puede realizar su quehacer, pero esto inicia desde la educación, si se logra concientizar a los grupos interdisciplinarios de la importancia de la comunicación durante todo el proceso de atención, sobre todo en estos pacientes críticos, aumentaremos la sensibilidad y la humanización en la atención en momentos tan difíciles.