DOI: https://doi.org/10.33881/IBR0050
La estigmatización hacia los victimarios se remonta según Goffman (1963, citado por Román, 2008) a la época de los sabios griegos, los cuales, mediante la aplicación de marcas en el cuerpo de personas inmorales como los criminales, los excluían de la sociedad, pues se sabía que quien poseyera alguna marca debía ser evitado. El estigma es algo propio de la sociedad frente a los victimarios, pues para la sociedad estas personas son indeseables, no deberían siquiera existir y los motivos de su actuar no son válidos por el daño que han llegado a causar.
AUTORES
SEMILLERO MERAKI